domingo, 1 de noviembre de 2009

Simplemente, Caetano Veloso

Con un carisma excepcional, Caetano Veloso realizó su primera presentación en Paraguay. Más de 90 minutos de show de primer nivel, donde promocionó las canciones de su nuevo disco Zii e Zie . (Foto: Gustavo Galeano).

Un Caetano Veloso desinhibido y hasta “muy salido del closet” para muchos, pero con un carisma excepcional y talento musical extraordinario se presentó en la noche del viernes, ante un público cosmopolita que colmó las instalaciones de “Nine Bar y Lounge”, de esta ciudad.
La expectativa era grande desde mucho antes. No es para menos. Era la primera presentación en Paraguay de uno de los íconos entre los artistas latinoamericanos.
A medida que se acercaba la hora, la ansiedad del público crecía, hasta que finalmente, con 35 minutos de atraso con relación a lo anunciado, Caetano hace su aparición en el imponente escenario montado para el evento. El público estalló en júbilo, ante la concreción de un sueño tan anhelado, que por mucho tiempo parecía imposible: Caetano Veloso en Paraguay, y mejor aún, en Ciudad del Este.
Tras interpretar su primera canción, el artista saludó en español, no sin antes pedir disculpas al público llegado desde el Brasil. “Se que hay muchos brasileños aquí, también se que los paraguayos que viven en esta zona entienden portugués, pero hoy quiero hablar en español, porque estoy en suelo paraguayo y porque es mi primera vez. Pido disculpas a los brasileños”, expresó, siendo inmediatamente recompensado por el aplauso cerrado del público, compuesto por paraguayos, brasileños, argentinos e incluso árabes.
Fueron poco más de 90 minutos en los que el bahiano realizó un recorrido apasionado por sus temas más vanguardistas que integran su nuevo material discográfico Zii e Zie. No obstante, incluyó algunas canciones de las tradicionales como “Irene”, que la escribió estando exiliado en Londres. Al interpretarla, recordó al ya desaparecido escritor paraguayo Augusto Roa Bastos.
Interpretó dos canciones en español: El tango “Volver” de Alfredo Lepera y “Recuerdos del Ypacaray”, de Zulema de Mirkin, canción ésta, que cómo era de esperarse, fue coreada por el público paraguayo, aumentando la emoción de una noche espléndida.
Caetano, vestido totalmente de blanco y escoltado por tres músicos, cantó y disfrutó del show de comienzo a fin; hizo suyo el escenario donde parecía un ave en pleno vuelo hacia la más absoluta libertad y demostró la experiencia adquirida durante los más de 40 años de vida artística. Incluso, se tomó el tiempo de simular volar en el ala delta, colocado en el fondo del escenario, al interpretar la canción “Arpoador”.. A lua me disse que o meu amor tava me esperando lá no Arpoador...
Fue una noche magnífica donde el calor del público, la genialidad artística, pero con sencillez humana de Caetano y el clima que regaló la madre natura, conspiraron para la concreción de un espectáculo sin precedentes en la región, principalmente para la gente ávida de buena cultura musical.

No hay comentarios:

Publicar un comentario